Los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas consagra la responsabilidad de las empresas en torno al respeto de los derechos humanos a nivel global. Las empresas deben abstenerse de infringir los derechos humanos como parte de sus operaciones. Es así que deben procurar identificar, prevenir, mitigar y reparar eventuales consecuencias negativas de sus propias actividades, operaciones, productos o servicios y cadenas de suministro sobre los derechos humanos. ¿Por qué habar de derechos humanos en una plataforma de integridad empresarial? El respeto a los derechos humanos son un componente esencial de la integridad empresarial, al ser perspectivas complementarias e integrales. La integridad empresarial no es únicamente anticorrupción, sino que mira la visión de sostenibilidad, derechos humanos, enfoque de género, diversidad, responsabilidad ambiental y social como elementos transversales a la gestión empresarial. Los riesgos de corrupción o de afectación a los derechos humanos poseen una dimensión interna, dentro de los procesos y gestión de la empresa; no obstante, es importante que la debida diligencia en derechos humanos y la evaluación de riesgos se extiendan por fuera de la empresa, en su cadena de valor y suministro. Este enfoque implica pasar de la gestión de debida diligencia y de implementación de programas de integridad, en el cual las personas están primero y en el centro de la actividad de la empresa.
Los derechos humanos son los derechos que tenemos por existir, son inherentes a cada persona, en igualdad y sin distinción de raza, sexo, nacionalidad, origen étnico, lengua, religión o cualquier otra condición.
Revisemos algunos escenarios o roles:
Cualquiera que sea el rol en el ámbito empresarial se evidencia que la acción u omisión tiene un impacto en los derechos humanos.
Las empresas sin importar su tamaño, sector o estructura deben respetar y promover los derechos humanos asociados a sus operaciones y prácticas comerciales.
- Por sus propias actividades, por ejemplo: contaminando el agua dejando a una comunidad sin este recurso vital.
- A través de alguna entidad externa, por ejemplo, cambiando arbitrariamente las condiciones a sus proveedores exigiendo una entrega más temprana de suministros haciendo que sus trabajadores laboren horas extras sin pago afectando así derechos laborales.
- Por relaciones comerciales con terceros, por ejemplo si dentro de la cadena de suministros uno de sus proveedores de insumos ha contratado niños en la producción de dichos insumos.
¿no basta con eso?
Entonces: Los derechos humanos deben ser el marco para integrar la responsabilidad social.
Los derechos humanos deben dictar los valores y dirección de la estrategia de la responsabilidad social.
De la posición competitiva
Gastos legales, pago de multas, sanciones e indemnizaciones: En México (2018), según cifras del Consejo Nacional para Prevenir y Eliminar la Discriminación (CONAPRED), el costo anual para el sector empresarial asociado a la discriminación fue de alrededor de 240,000 millones de pesos (alrededor de 12,000 millones de dólares).
Existe una probabilidad del 80% de que una empresa que cotiza en bolsa pierda un 20% de su valor patrimonial en un solo mes por una crisis r reputacional y mantenga esa perdida hasta cinco años.
Los derechos humanos son el paraguas de acción, esto implica incorporar, integrar y empoderarse del enfoque de respeto a los derechos humanos en cada función, rol y departamento de una compañía, con la convicción de que las empresas solo pueden prosperar en sociedades en las que todas las personas importan y están en el centro de la gestión y cadena de valor, lo que asegura un futuro sostenible para el negocio desde una rentabilidad social y económica.
Que pone a las personas en el centro, sin excepción, y sin dejar a nadie atrás.
En toda la gestión, cada área, en la cadena de suministro, en todas las marcas y para todas las personas (comunidad).
Representan el estándar mundial de la conducta empresarial y ofrece a todas las empresas –pequeñas y grandes– una metodología para lograr el respeto de los derechos humanos en cualquier situación dentro del giro de su negocio.
Los Principios Rectores constituyen un mapa para la acción, definen los parámetros para los Estados y las empresas desde donde deben desarrollar sus políticas, normas y procesos en función de sus respectivas responsabilidades y circunstancias particulares.
Son una plataforma común para la acción y la rendición de cuentas que permite evaluar la conducta tanto de los Estados como de las empresas.
Se aplican a todos los Estados y a todas las empresas, tanto transaccionales como de otro tipo, con independencia de su tamaño, sector, ubicación, propietarios y estructura.
Obligación del Estado de proteger los Derechos Humanos: es deber del Estado proteger a las personas frente a posibles abusos cometidos por las empresas y, por lo mismo, es el Estado quien debe prevenir, investigar, castigar y reparar los abusos cometidos por agentes privados. ¿Cómo? A través del desarrollo de políticas, legislación, regulaciones, fiscalizaciones y prevención.
De acuerdo con el contexto propio de cada operación o negocio, las compañías deben considerar lo establecido en los tratados internacionales respecto a grupos de especial protección como indígenas, comunidades, niños, niñas, adolescentes, mujeres, personas con discapacidad, migrantes, minorías étnicas, religiosas o lingüísticas, personas de la diversidad sexual y consumidoras (STAKEHOLDERS); así como, el medio ambiente.