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Perspectiva de Género e Inclusión en Programas de Integridad
E INTEGRIDAD EMPRESARIAL

Dado que existe una diferenciación de género en el impacto negativo de la corrupción, es esencial incluir siempre una perspectiva de género en los esfuerzos de integridad empresarial. La igualdad de género y diversidad son ejes transversales a la integridad empresarial y forman parte de ella. Para hacer más eficiente un programa de integridad empresarial, debe considerarse la inclusión y el principio de no dejar a nadie atrás. Cuando se habla de diversidad es importante asegurar la inclusión. Esta perspectiva se sustenta en la relevancia de la inclusión dentro de la empresa ya que resulta necesario que cualquier programa de integridad empresarial cuente con una perspectiva de igualdad de género. Esta perspectiva contribuye al rol de las empresas para promover la inclusión en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Son principios estrechamente vinculados y relevantes para las operaciones de las empresas.

Partiendo de que la integridad es la capacidad de una empresa de hacer lo correcto, como ese conjunto de características de una organización que la hacen fiable y confiable para la sociedad; no se podría hablar de una empresa íntegra, si en el ámbito laboral o en el trato con sus clientes, se evidencian acciones discriminatorias por razones de género, raza, religión, posición ideológica, o cualquier otra condición.
Y, al contrario, potenciar la integridad y el clima laboral basado en criterios de diversidad e inclusión en una empresa, permitirá el avance y el desarrollo integral.
¿Cuáles son las diferencias entre Diversidad e Inclusión?

La diversidad representa de todas las identidades y diferencias, que incluyen: etnia, género, edad, discapacidad, orientación sexual, identidad de género, entre otros. Por otra parte, la inclusión crea una cultura de pertenencia donde cada individuo o grupo es y se siente bienvenido, respetado, apoyado y capaz de participar

¿Por qué es importante la diversidad e inclusión laboral?

Estudios de McKinsey & Company (2017) determinaron una correlación positiva entre la diversidad de género, con la rentabilidad y con la creación de valor en las empresas.

Las empresas del primer cuartil en cuanto a diversidad de género tuvieron un 21% más de probabilidades que las empresas del cuarto cuartil en superar a sus pares de la industria nacional (margen EBIT que mide la rentabilidad de una empresa en función de las ganancias y antes del pago de tributos e intereses), pero también tenían un 27% más de probabilidades que las empresas del cuarto cuartil en tener un rendimiento en la creación de valor a largo plazo.

Diversidad étnica y cultural

La inclusión de personas va más allá de la diversidad del género, incluye: LGBTI+, edad / generación, étnico, de nacionalidades, etc.; y constituye un diferenciador clave entre las empresas.

En el 2014, el estudio “Delivering through Diversity” determinó que empresas con los equipos ejecutivos más diversos étnica / culturalmente, no solo en términos de representación absoluta, sino también en variedad o mezcla de etnias, tenían un 33% más de probabilidades de superen a sus pares en rentabilidad.

Entonces, la diversidad e inclusión laboral ¿qué beneficios puede generar en las empresas?

La multinacional Sodexo es un ejemplo en cuanto a diversidad. Esta empresa de servicios se ha comprometido públicamente para mejorar cinco dimensiones de la diversidad: género, personas con discapacidad, generaciones(edad), culturas orígenes, y orientación e identidad de género. Así, las mujeres comprenden actualmente la mitad de la junta, el 32% de los líderes senior y cerca del 50% de su plantilla total de personal. Su creación de valor está un 13% por encima del promedio de otras empresas de la industria. (Delivering through Diversity, McKinsey&Company)
En los últimos años, la discusión acerca de diversidad e inclusión ha llegado de manera inequívoca a las empresas, cuestionando no solo su existencia sino qué estrategias se están llevando a cabo para asegurar una inclusión correcta y que aporte valor a la empresa.
Para gozar de los beneficios de la diversidad laboral y la inclusión, primero es importante considerar aspectos como los posibles cambios de infraestructura que la empresa deberá realizar, incluso llegar a una cultura organizacional nueva. Este proceso debe ir acompañado de la capacitación del personal en torno al concepto de inclusión.
Prácticas de inclusión y diversidad que se pueden implementar en las empresas

Implementar campañas internas de información y sensibilización, pues, por ejemplo, es normal que el personal tenga dudas de cómo relacionarse con una persona con discapacidad o condición neurodiversa. Es elemental capacitar al personal sobre los criterios de inclusión tanto en las áreas de desempeño laboral como espacios de distención.

En el Ecuador, es obligación para las empresas facilitar la inclusión de las personas con discapacidad al empleo y hacer las adaptaciones a los puestos de trabajo sobre accesibilidad al medio físico (Art. 42 del Código de Trabajo)

Estas actividades deben ser autónomas, actuar bajo sus propios criterios y alcanzar objetivos concretos. En cada red de apoyo, debe existir una convergencia entre las personas que la integran y la sociedad o instituciones, para que sean capaces de generar rápidamente respuestas y soluciones a diversas situaciones.

Una cultura organizacional fundamentada en la empatía y la solidaridad es lo más importante para que la empresa lidere una estrategia de inclusión exitosa, donde la preparación de líderes que soporte el proceso es fundamental

Relación de la igualdad de género con una empresa íntegra
De igual manera que con la diversidad, la igualdad de género son condiciones elementales para que una empresa pueda considerarse íntegra. En algunas empresas la desigualdad de por cuestiones de género se manifiesta en las remuneraciones, designación de cargos, promociones o asignación de tareas que “solo” pueden realizar los hombres o las mujeres; lo que afecta severamente a las personas, induciéndolas a situaciones de dolor, estrés e incluso enfermedad.

En escenarios así, donde la violencia y la discriminación no han sido identificados y mitigados, no puede prosperar una empresa hacia el camino de la integridad. 

Según la UNESCO, igualdad de género se define como “la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades de las mujeres y los hombres, y las niñas y los niños”.

En una empresa hombres y mujeres deben de tener los mismos derechos, como también las mismas opciones e igualdad de oportunidades para a acceder a formación o a cargos de más relevancia o jerarquía. Una empresa íntegra tiene la obligación de cuidar esta situación, con el fin de conseguir un ambiente laboral sano, seguro y confiable para sus trabajadores.

La violencia de género relacionada con el fenómeno de la corrupción en el ámbito laboral es relacionado al tipo de corrupción conocido como abuso de poder y afecta a hombres, mujeres y personas no binarias. 

Revisemos algunos hechos y estadísticas que muestran el impacto de la discriminación y violencia por género en las personas:
Según una investigación de Mckinsey & Company, en Estados Unidos, basada en sus artículos del 2020 la situación de la comunidad LGBTQ + en el lugar de trabajo y en el Harvard Business Review, sobre la creación de un lugar de trabajo inclusivo para las personas transgéneros se reveló que:
  1.  Los adultos transgénero tienen el doble de probabilidades que los adultos cisgénero de estar desempleados.
  2. Los empleados cisgénero ganan un 32 % más de dinero al año que las personas transgénero, incluso cuando estos últimos tienen niveles de educación similares o superiores.
  3. Las personas que se identifican como transgénero afirman sentirse mucho menos apoyadas en el lugar de trabajo que sus colegas cisgénero.
  4. Según datos del Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo del Comportamiento (BRFSS, por sus siglas en inglés) que es el sistema de encuestas telefónicas de temas de salud más grande del mundo, en el 2020 en de EE. UU el ingreso familiar anual promedio de un adulto transgénero es aproximadamente $ 17,000 menos que el de un cisgénero. Las diferencias aumentan más frente a la interseccionalidad, cuando alguien se ve afectado por formas complejas y múltiples de discriminación como miembro de más de una comunidad marginada, en este caso, tanto transgénero como personas pertenecientes a etnias, minorías o personas con discapacidad.
  5. Un 42% más de personas transexuales que cisgénero dicen que trabajan a tiempo parcial, por lo que es más probable que no obtengan los mismos beneficios, incluida la atención médica frente a quienes trabajan a tiempo completo.
en ecuador
IMPLEMENTA
UN PROGRAMA DE
INTEGRIDAD